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01
Sep
Importancia de una buena preparación académica
La competencia ha aumentado de forma exponencial, no solo a nivel local sino mundial, por lo que es necesario poseer todos los conocimientos necesarios para no quedarse atrás y responder a todas estas exigencias. Los conocimientos académicos y las competencias laborales han de situarse en un lugar destacado para encarar las nuevas circunstancias.La internacionalización y la aparición de nuevas tecnologías hacen que la formación en las áreas correspondiente no sean solamente una opción. Por ello, un buen expediente académico, hablar idiomas a nivel avanzado y el manejo de la tecnología es indispensable en estos tiempos.Dado que los cambios se producen de forma rápida y constante, la formación continua es decisiva para progresar y adquirir mayores capacidades y destrezas que respondan a las necesidades del mercado laboral. El mundo sigue girando, queramos o no, así que lo mejor para nuestros intereses, tanto personales como profesionales, es apostar por la formación continua como vía para permanecer actualizados y preparados para las nuevas circunstancias.La formación genera un impacto a distintos niveles:
- Se mejoran las condiciones de trabajo en general, ya que se amplían las capacidades técnicas y habilidades sociales. De esta forma, nos posicionamos en una situación de partida privilegiada en el mercado de trabajo.
- Si estamos altamente capacitados, la competencia profesional y la productividad se incrementará, por lo que tomaremos decisiones y resolveremos conflictos de forma más eficaz. Todo ello, redunda en nuestra reputación dentro y fuera de la empresa,
- Estaremos más satisfechos con nuestro trabajo, logrando las metas propuestas y enfrentándonos a nuevos retos, con el consecuente impacto positivo en la motivación y satisfacción personal.
- Gracias a la formación, seremos capaces de llevar a cabo con éxito las metas que nos propongamos y de afrontar nuevos desafíos, lo que tiene un impacto positivo en nuestra motivación laboral y nuestra satisfacción personal y autoafirmación
- La formación nos aporta conocimientos, pero también potencia la confianza y autoestima en nuestras relaciones personales, lo que nos lleva a interactuar con el entorno de una forma más positiva desarrollando habilidades tales como la proactividad, empatía, compromiso, autocrítica, tolerancia, etc.